Nuestra propuesta: hacer todo lo posible para garantizar que el trabajo que realizamos en todos nuestros pianos sea coherente con la calidad del instrumento en su fase original. Bien conocemos que, desde su fabricación, los pianos se enlazan con el valor de un altísimo grado de trabajo manual, cualidad que fue declinando con el avance de la producción en cadena y la elaboración de productos estandarizados.

La naturaleza artesanal aplicada en la fabricación de cada piano, guarda el principio general de toda artesanía: no existe una cosa igual a otra, por ende, no hay un piano igual a otro. Nos proponemos continuar con el legado de estos principios, y trabajar respetando el alto componente histórico que guarda en velo cada piano. 

Por esto es que nos esmeramos en aprender y seguir apostando por muchas técnicas antiguas de restauración que resulten coherentes con la época de fabricación de cada piano, como, por ejemplo, el lustre francés, o la fabricación manual de repuestos para el mecanismo, procesos que bien podrían ser simplificados si lo pensáramos desde una lógica industrial, pero que no darían el mismo resultado final.

Combinando los conocimientos del pasado de nuestro oficio, con estrategias más modernas que colaboran con el proceso de la restauración, creemos que se logra el correcto equilibrio. En resumen, se trata de sentir el pasado, en modo contemporáneo.